Blogia
JorJBloG

Entre Sequera y Fresno

Más allá de las montañas, justo al otro lado hacia el norte, existe o al menos existía, una parcelita verde salpicada de arbolitos de hoja caduca (por aquel entonces tan solo arbolitos) y con un estanque en su centro. Claro que a pesar de su aparente bondad, de lo maravilloso de sus vistas y agradable de su clima; guardaba en sus habitantes cualidades mucho menos tranquilas.

El azar quiso que allí me hospedara durante un fin de semana. Y podría afirmar que no fue el azar si no las reglas de la vida o la fortuna, las que hicieron que un par de dias de desconexión se convirtieran en un enlace directo con unos sentimientos hacia una mujer que yo creía caducos. Fuera el resucitar de un fuego desde brasas mal apagadas o simplemente la envidia más pura y llana, el caso es que llevo unos días, que decir que son de los de altibajos sería más bien un eufemismo. Pero si por lo menos lograra reprimir esas sed de masoquismo, de meterme en la boca del lobo por el puro morbo de hacerlo, sobrellevaria mejor la situación.

Demasiado romanticismo y demasiada poca realidad, demasiado Stendhal dicen... ¿Donde deja todo de ser una forma más de vivir y se convierte en una patología?

Entre Sequera y Fresno habita, muy de vez en cuando, una persona, a la vez chiquilla y a la vez aprendiz de bruja. Poca docta en magia negra y casi totalmente ignorante en la buena. Chavala no mu traviesa y algo irresponsable. De la que dicen tiene un algo de lo que todos pican, pero... ¿picar dos veces?

Entre Sequera y Fresno hay un lugar donde me obligaron a mirar al pasado. Y lo que me ha reportado no ha sido de provecho, lagrimas sin sentido y autocritica.

Espero se imponga el deber por encima de esto, espero sea el ultimo revulsivo para desbandar unos particulares pajaros de la cabeza que no me hacen ningun bien; y hasta entonces: como me jode perder, otra vez.

Comeajos 

0 comentarios